Luis LÓPEZ GALÁN
Como dijimos en el anterior post Vivir en Rwanda, mudarse a un país extranjero nunca es tarea sencilla... y menos aún si dicho país no es tan cercano ni conocido: nuevas costumbres, nuevos paisajes, nueva cultura y, sobre todo, una manera distinta de vivir la vida en sociedad. Lo mismo ocurre con otro país africano que descansa algo más al sur del continente. Zambia, con su naturalidad salvaje, no es un país tan difícil como estás imaginando. Asómate y verás...
VISADOS, VUELOS Y OTROS PRIMEROS PASOS
A pesar de ser un país de tamaño considerable, Zambia cuenta con un solo aeropuerto internacional, el de su capital Lusaka. La primera impresión que uno se lleva al poner un pie en sus limitadas pistas de aterrizaje es la de ser un aeropuerto bastante pequeño, poco más que un edificio de pocas dimensiones para las llegadas y también las salidas situado en mitad de un enorme campo amarillo. Primera lección zambiana: no te dejes llevar por las primeras impresiones.
La aduana en el aeropuerto es también bastante rudimentaria: un cuarto de puertas de madera con varios puestos fronterizos que dan directamente a las cintas de recogida de equipajes. Para llegar hasta ellas, uno debe abonar el visado que considere para su tipo de viaje. El tipo más común es la visa on arrival, válida para prácticamente todos los países (a excepción de muchos países africanos y asiáticos). Este tipo de visa cuesta $50 y es válida por 90 días que pueden ser ampliados en las oficinas aduaneras localizadas en el país (en Lusaka se encuentra cerca de Cairo Road). Si se necesita otro tipo de visado es necesario presentar cierta documentación previa como explica la página web de la Oficina de Inmigración.
En cuanto a compañías aéreas, no son muchas las que realizan rutas hasta Lusaka y probablemente deberás hacer alguna parada en países como Kenya, Etiopía o incluso Emiratos Árabes.
A pesar de ser un país de tamaño considerable, Zambia cuenta con un solo aeropuerto internacional, el de su capital Lusaka. La primera impresión que uno se lleva al poner un pie en sus limitadas pistas de aterrizaje es la de ser un aeropuerto bastante pequeño, poco más que un edificio de pocas dimensiones para las llegadas y también las salidas situado en mitad de un enorme campo amarillo. Primera lección zambiana: no te dejes llevar por las primeras impresiones.
La aduana en el aeropuerto es también bastante rudimentaria: un cuarto de puertas de madera con varios puestos fronterizos que dan directamente a las cintas de recogida de equipajes. Para llegar hasta ellas, uno debe abonar el visado que considere para su tipo de viaje. El tipo más común es la visa on arrival, válida para prácticamente todos los países (a excepción de muchos países africanos y asiáticos). Este tipo de visa cuesta $50 y es válida por 90 días que pueden ser ampliados en las oficinas aduaneras localizadas en el país (en Lusaka se encuentra cerca de Cairo Road). Si se necesita otro tipo de visado es necesario presentar cierta documentación previa como explica la página web de la Oficina de Inmigración.
En cuanto a compañías aéreas, no son muchas las que realizan rutas hasta Lusaka y probablemente deberás hacer alguna parada en países como Kenya, Etiopía o incluso Emiratos Árabes.
LUSAKA, LA CAPITAL
Como ya has leído, la capital de Zambia es Lusaka, una ciudad más industrial que turística, con no demasiados atractivos para el viajero pero con sorpresas agradables para el que decide visitarla.
La capital se levanta sobre lo que originariamente era, hasta el siglo XVIII, el poblado del jefe Lusaaka, de donde después, con la llegada de los colonos europeos en 1905, adquirió su nombre. Lo que en algún momento no fue más que un punto de encuentro entre Rodesia (como antes se conocía a Zambia y a la vecina Zimbabue) y Tanzania, se convirtió con los años en la capital del país, restando importancia incluso a la popular ciudad de Livingstone, situada al sur y hogar de las famosas Cataratas Victoria. Desde entonces Lusaka comenzó a crecer de una manera, digamos, poco planeada hasta convertirse en la destartalada capital que es hoy. Su núcleo urbano está centralizado en Cairo Road, la avenida principal adornada con varios de los edificios más altos, en su mayoría sedes de bancos u oficinas gubernamentales. Alrededor de esta vía se desarrolla la vida diaria de la ciudad, siempre atestada de coches y cercana a mercados callejeros y diversos comercios. Cairo Road se une a otras vías que conducen hasta dos centros comerciales de buen tamaño (Manda Hill y East Park Mall) y a los grandes hoteles de la ciudad (Radisson Blue, Protea Hotel, Intercontinental). Estos puntos son los que forman el ocio diario de la capital junto a los mercados tradicionales (Lusaka City Market, Soweto Market, Sunday Craft Market en Arcades Shopping Centre y Northmead Market) y otros lugares pintorescos como el Kalimba Reptile Park, hogar de cientos de cocodrilos, el Orfanato de Elefantes de Lilayi o las Monkey Pools, piscinas naturales donde pasar el día a las afueras de Lusaka.
Como ya has leído, la capital de Zambia es Lusaka, una ciudad más industrial que turística, con no demasiados atractivos para el viajero pero con sorpresas agradables para el que decide visitarla.
La capital se levanta sobre lo que originariamente era, hasta el siglo XVIII, el poblado del jefe Lusaaka, de donde después, con la llegada de los colonos europeos en 1905, adquirió su nombre. Lo que en algún momento no fue más que un punto de encuentro entre Rodesia (como antes se conocía a Zambia y a la vecina Zimbabue) y Tanzania, se convirtió con los años en la capital del país, restando importancia incluso a la popular ciudad de Livingstone, situada al sur y hogar de las famosas Cataratas Victoria. Desde entonces Lusaka comenzó a crecer de una manera, digamos, poco planeada hasta convertirse en la destartalada capital que es hoy. Su núcleo urbano está centralizado en Cairo Road, la avenida principal adornada con varios de los edificios más altos, en su mayoría sedes de bancos u oficinas gubernamentales. Alrededor de esta vía se desarrolla la vida diaria de la ciudad, siempre atestada de coches y cercana a mercados callejeros y diversos comercios. Cairo Road se une a otras vías que conducen hasta dos centros comerciales de buen tamaño (Manda Hill y East Park Mall) y a los grandes hoteles de la ciudad (Radisson Blue, Protea Hotel, Intercontinental). Estos puntos son los que forman el ocio diario de la capital junto a los mercados tradicionales (Lusaka City Market, Soweto Market, Sunday Craft Market en Arcades Shopping Centre y Northmead Market) y otros lugares pintorescos como el Kalimba Reptile Park, hogar de cientos de cocodrilos, el Orfanato de Elefantes de Lilayi o las Monkey Pools, piscinas naturales donde pasar el día a las afueras de Lusaka.
LIVINGSTONE Y LAS CATARATAS VICTORIA
A pesar de su gran tamaño, el lugar más importante de Zambia para todos los viajeros es la ciudad de Livingstone, hogar de las famosas e imponentes Cataratas Victoria, de las que ya hablamos en nuestra experiencia observándolas desde las alturas.
David Livingstone, escocés de nacimiento, es hoy uno de los personajes más importantes y más queridos de la historia de Zambia. Tras una infancia dura, trabajando en una fábrica textil, su interés por la medicina le llevó a buscar un camino en la escuela de St. Simon que le llevaría finalmente a entrar en la Sociedad Misionera Londinense. Sin saberlo, su historia personal ya estaba ligada a África cuando su primera misión en China, ya como médico y teólogo, se vio truncada por la Guerra del Opio. Fue entonces cuando Livingstone viajó hasta Ciudad del Cabo, iniciando con ello una vida prácticamente dedicada al descubrimiento del continente africano, a la abolición de la esclavitud y al desarrollo social.
A pesar de su gran tamaño, el lugar más importante de Zambia para todos los viajeros es la ciudad de Livingstone, hogar de las famosas e imponentes Cataratas Victoria, de las que ya hablamos en nuestra experiencia observándolas desde las alturas.
David Livingstone, escocés de nacimiento, es hoy uno de los personajes más importantes y más queridos de la historia de Zambia. Tras una infancia dura, trabajando en una fábrica textil, su interés por la medicina le llevó a buscar un camino en la escuela de St. Simon que le llevaría finalmente a entrar en la Sociedad Misionera Londinense. Sin saberlo, su historia personal ya estaba ligada a África cuando su primera misión en China, ya como médico y teólogo, se vio truncada por la Guerra del Opio. Fue entonces cuando Livingstone viajó hasta Ciudad del Cabo, iniciando con ello una vida prácticamente dedicada al descubrimiento del continente africano, a la abolición de la esclavitud y al desarrollo social.
Fue en 1849 cuando Livingstone se adentró en las regiones centrales de África junto a W. C. Oswell, descubriendo el lago Ngami y llegando hasta el río Zambeze, desde donde inició una ruta que debía llevarle hasta el Océano Índico y que, por sorpresa, le hizo toparse con lo que las tribus locales denominaban el humo que truena: un impresionante salto de agua que Livingstone bautizó como Cataratas Victoria en honor a la entonces reina del Reino Unido. Actualmente este punto es el más visitado del país y el que más turismo atrae, contando además con el Museo David Livingstone, que reúne desde objetos de sus exploraciones hasta prendas de ropa y cartas escritas por él mismo en sus viajes.
Visitar las Cataratas Victoria, por otro lado, es una de las experiencias viajeras más impresionantes. La altura del salto de agua es tal que el humo que forma al chocar contra el suelo y volver a subir se convierte una especie de nube que ocupa toda la superficie por la que los visitantes intentan caminar. A través de la ladera de la montaña o atravesando un largo puente resbaladizo, uno pasea al lado de las Cataratas Victoria bajo una continua e inmensa lluvia blanca. Un asombroso milagro de la naturaleza.
Después del descubrimiento, Livingstone se mantuvo unido a África y a Zambia toda su vida. De hecho, el explorador falleció en la pequeña aldea de Chitambo, al norte del país, y a pesar de que su cuerpo fue trasladado hasta Londres, su corazón se enterró bajo la tierra roja del centro del continente con la intención de que su unión nunca pudiera romperse.
Visitar las Cataratas Victoria, por otro lado, es una de las experiencias viajeras más impresionantes. La altura del salto de agua es tal que el humo que forma al chocar contra el suelo y volver a subir se convierte una especie de nube que ocupa toda la superficie por la que los visitantes intentan caminar. A través de la ladera de la montaña o atravesando un largo puente resbaladizo, uno pasea al lado de las Cataratas Victoria bajo una continua e inmensa lluvia blanca. Un asombroso milagro de la naturaleza.
Después del descubrimiento, Livingstone se mantuvo unido a África y a Zambia toda su vida. De hecho, el explorador falleció en la pequeña aldea de Chitambo, al norte del país, y a pesar de que su cuerpo fue trasladado hasta Londres, su corazón se enterró bajo la tierra roja del centro del continente con la intención de que su unión nunca pudiera romperse.
ZAMBIA, SU OCIO Y SU GENTE
A pesar de las diferencias sociales y los choques culturales, la vida en Zambia no es complicada para el extranjero. Concretamente en la capital las empresas y los negocios están muy extendidos y muchos de ellos también regentados por personas venidas desde distintas partes del mundo. En general la gente es amable con el turista, en el país se habla un perfecto inglés con acento africano y, siempre con precauciones, es seguro a la hora de moverse, caminar y, en general, vivir. Los centros comerciales de Lusaka, los hoteles y algún que otro restaurante ofrecen una oferta gastronómica interesante en la ciudad con lugares como Latitude, The Horse Shoe, Marlin, Portico o Sugarbush. Ten en cuenta que Zambia no es un país barato, prepárate para gastar kwatchas (la moneda local) a la hora de comer en un buen restaurante o dormir en un hotel.
Fuera de Lusaka, las zonas más desarrolladas son, como se ha dicho, Livingstone, con numerosos hoteles y restaurantes preparados para el viajero, y el norte del país, la frontera con Congo, con las ciudades de Ndola y Kitwe. Esta es una zona minera con pocos atractivos turísticos pero que cuenta con muchas casas de huéspedes y algún que otro hotel como Mukuba Hotel en Ndola y también pequeños centros comerciales.
Vivir en Zambia es, como en todo el continente, una aventura para el occidental. Sin embargo, la amabilidad de su gente y el desarrollo de muchos de sus lugares de ocio permiten que la llegada al país no sea tan difícil como uno pensaría en un primer momento. Anímate, uno de los países más reales del continente te espera.
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Fuera de Lusaka, las zonas más desarrolladas son, como se ha dicho, Livingstone, con numerosos hoteles y restaurantes preparados para el viajero, y el norte del país, la frontera con Congo, con las ciudades de Ndola y Kitwe. Esta es una zona minera con pocos atractivos turísticos pero que cuenta con muchas casas de huéspedes y algún que otro hotel como Mukuba Hotel en Ndola y también pequeños centros comerciales.
Vivir en Zambia es, como en todo el continente, una aventura para el occidental. Sin embargo, la amabilidad de su gente y el desarrollo de muchos de sus lugares de ocio permiten que la llegada al país no sea tan difícil como uno pensaría en un primer momento. Anímate, uno de los países más reales del continente te espera.
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Fotos: Espresso Fiorentino