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El viaje de las estrellas

5/13/2014

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Luis LÓPEZ GALÁN
La identidad de cada lugar, cada país, cada pueblo y sus gentes está formada por la manifestación más íntima de sus costumbres populares, su gastronomía, su historia y... su música. La música es probablemente la declaración cultural más importante que los pueblos han tenido y tienen de expresar lo que hay en sus entrañas, lo que en realidad son, una esencia que sólo unos pocos han conseguido exteriorizar. Esos elegidos dotados con un don especial son los representantes populares de las costumbres y los recuerdos de sus lugares de origen, esos lugares que les rinden tributo con homenajes, estatuas y museos en conmemoración a la importante hazaña de llevar el nombre del país a todos los rincones del mundo en forma de música y letra. Te invitamos al recorrido de aquellos artistas cuyo nombre ha quedado íntimamente ligado al de su país para la eternidad. Ven con nosotros al viaje más especial de Espresso Fiorentino: el viaje de las estrellas.

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Edith Piaf
el alma de la canción francesa
Hablar de música francesa va indiscutiblemente ligado al nombre de Edith Piaf, el gorrión de París, cuya historia fue de leyenda desde su nacimiento. Hija de un acróbata y una cantante ambulante, Edith nació en plena calle bajo una farola frente al número 72 de la calle Belleville de la capital francesa. Tras pasar por las manos de su abuela materna, que la alimentaba con vino en lugar de leche, terminó criándose en el prostíbulo regentado por la madre de su padre. A los 14 años Edith se trasladó al Hotel Clermont del parisino barrio de Montmartre iniciando su propia aventura como cantante en la famosa Place Pigalle, donde era conocida como le môme o la muchacha. Después de cantar en la calle y en cabarets, el éxito llama a su puerta en marzo de 1936, cuando triunfa en el Teatro Abc de Paris en el género del music-hall que la convierte en una estrella adorada por el público francés y emitida en todas las radios. Su fama siguió aumentando con éxitos como La vie en rose, Non, je ne regrette rien, La Foule o Milord hasta transformarse en un icono parisino y hacerse internacional ganándose el respeto del público estadounidense desde el Carnegie Hall de Nueva York. El ascendente camino de su carrera musical, enriquecida con su fuerte e interesante personalidad, se opone al de su vida personal y sentimental, afectada por la muerte prematura de su única hija a los dos años de edad, su grave enfermedad y débil estado de salud y sus adicciones. Fue la mezcla de todos estos elementos junto a su imagen frágil derrochando fuerza con su voz ataviada con su eterno vestido negro lo que la convirtieron en una de las más grandes artistas de todos los tiempos. Después de su muerte en 1963, la voz de la Piaf siguió inundando Paris por rincones que sus seguidores aún hoy continúan visitando. En su barrio de Belleville se encuentra el pequeño Museo de Edith Piaf con objetos personales, recortes de revistas, discos, etc. dispuestos por la casa donde residió, un lugar privado alejado de las grandes multitudes del París más turístico. También la Plaza de Edith Piaf con la estatua de bronce dedicada a la artista es un lugar a plena calle que los curiosos visitan junto a la esquina de las calles Troyon y Mac-Mahon, donde Edith fue descubierta por un caza-talentos. Sin embargo, el lugar más visitado por los admiradores de la artista es el cementerio Père-Lachaise, donde no hay un solo día en el que su sepultura no reciba flores y alguna lágrima en memoria del alma de la canción francesa.

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José Alfredo Jiménez
El Rey

Las letras de José Alfredo están escritas a fuego en la memoria popular de todos los mexicanos y de la música melódica mundial. El creador de temas legendarios como El Rey, Si nos dejan o La media vuelta alimentó durante toda su vida una leyenda de amores y cantinas que lo convertiría en uno de los mitos latinos por excelencia. Nacido en el pequeño pueblo de Dolores Hidalgo en Guanajuato, lugar crucial para la historia de la Independencia de México, el artista se trasladó a la Ciudad de México junto a su familia a una edad muy temprana. Allí se dedicó a una gran variedad de oficios hasta que en 1948 fue descubierto mientras canturreaba en el bar 'La Sirena' donde estaba trabajando. Sus letras gustaron tanto que rápidamente empezó a sonar en las radios nacionales convirtiéndose poco a poco en un cantante reconocido. José Alfredo nunca estudió música ni sabía de tonos y melodías, simplemente silbaba la canción al maestro Rubén Fuentes, quien le hacía los arreglos, y añadía las brillantes letras que le convirtieron en uno de los grandes artistas mexicanos de todos los tiempos y que después interpretaron otros muchos grandes cantantes como Vicente Fernández, Maria Dolores Pradera o Luis Miguel. Su fama de mujeriego estaba tan tristemente justificada como la de alcohólico. Entre canción y canción dedicó temas maravillosos como Amanecí en tus brazos a Lucha Villa entre otras muchas y se bebió las calles de un México que lo adoró hasta el día de su muerte en 1973. La ruta de José Alfredo Jiménez desde su Casa-Museo en Guanajuato hasta Dolores Hidalgo recorre los lugares más emblemáticos de la infancia del artista y llega hasta su espectacular tumba, compuesta por un enorme sombrero charro de bronce y un colorido sarape a base de azulejos. Allí todavía suenan las canciones de José Alfredo interpretadas por mariachis anónimos que le rinden homenaje a diario. Sin lugar a dudas, sigue siendo El Rey.

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Lola Flores
Lola de España


'No canta ni baila, pero no se la pierdan'. Con esas palabras el New York Times invitó a los neoyorquinos a acudir en 1953 al espectáculo del mito español por excelencia, el torbellino de colores que arrasó medio mundo con la peineta y los volantes: Lola Flores. Cuando salió de su Jerez de la Frontera (Cádiz) natal, su raza y su fuerza sobre el escenario ya anunciaban lo que ocurrió cuando llegó a Madrid, donde firmó el contrato más elevado de la época, triunfó en teatros y salas de variedades y dio el salto al cine y a la televisión. Y como dice la frase popular, de Madrid al cielo: Lola Flores llevó el nombre de España por todo el mundo. Si bien es cierto que según los expertos lo suyo no era flamenco ni copla española pura, de ahí la famosa frase del New York Times, la Faraona, como era conocida popularmente, inmortalizó estos géneros haciéndolos suyos de una manera tan particular y bizarra con sus aspavientos de brazos y sus estrambóticos movimientos que era ciertamente imposible que pasara desapercibida, algo que el mundo de la canción en su totalidad le agradeció con un apoteósico homenaje en Miami en 1991. Sus historias de amor y desamor, su amistad con otras enormes artistas como Celia Cruz y Rocío Jurado y la legendaria familia de artistas de la que fue matriarca alimentaron un mito que aún hoy, años después de su muerte en 1995 la mantienen viva en la memoria y la cultura popular. En Jerez de la Frontera, muy cerca de la casa de la artista en la Calle Sol (donde llevan años preparando un museo que sigue sin ver la luz) se levanta el Monumento a Lola Flores con una estatua-homenaje y en Madrid, su ciudad de adopción, todavía se puede disfrutar del flamenco en el Tablao Villa-Rosa que perteneció a la artista y a su marido, El Pescaílla, y visitar su mausoleo en el Cementerio de La Almudena, donde las estatuas de Lola y de su hijo Antonio, otro reconocido artista, recuerdan el cariño popular de todo un país por su icono más internacional.

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The Beatles
The Fab Four


Puede que The Beatles sea el grupo musical más famoso, admirado y reconocido tanto por público como por crítica a nivel internacional. Su música y sus letras son repetidas en radios y televisiones, películas y discotecas de todo el mundo a cada momento y su historia les convirtió en un mito y un icono no solamente de la música, si no también de toda una época. Formada en Liverpool (Inglaterra) en 1962 por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, la banda trabajó en sus inicios el skiffle y el rock and roll de los años 50, aunque años más tarde terminaron tocando diversos géneros como la balada pop. Después de tocar durante varios años en bares de Liverpool, el reconocimiento les empezó a llegar con la canción Love me do, todo un símbolo del grupo. A partir de ese momento y hasta 1966 The Beatles iniciaron varias giras por todo el mundo para convertirse en el grupo musical más famoso de todos los tiempos. Fue la época de la Beatlemanía, las canciones más populares y repetidas como She loves me o I want to hold your hand y el éxito de una carrera brillante que se frenó años después para que cada uno de los integrantes de la banda iniciara sus carreras en solitario a la sombra de lo que fue The Beatles. John Lennon, artista legendario recordado por millones de amantes de la música fue asesinado en Nueva York en 1980 convirtiéndose en una leyenda y Harrison fallecería en 2001 a causa de un cáncer. McCartney y Starr aún permanecen activos. Los reconocimientos, sin embargo, siguieron llegando años después y aún hoy lo hacen, siendo catalogados como el número 1 en multitud de listas musicales como la de los 100 artistas más grandes de todos los tiempos que la revista Rolling Stone publicó en 2004. Tanto es así que en su ciudad de origen, Liverpool, la ruta The Magical Mistery Tour recorre los lugares que inspiraban a los músicos durante su juventud: el sótano The Cavern (reconstruido tras su demolición en 1973) donde los Beatles tocaron por primera vez en 1961 y The Grapes, en la misma calle, el pub donde solían reunirse antes de sus actuaciones y que hoy comparte protagonismo con la tienda de recuerdos The Beatles Shop, el Museo The Beatles Story, dedicado a la banda y ubicado en los edificios industriales del Albert Dock, el callejón Penny Lane, el orfanato Strawberry Fields, la Iglesia de Saint Peter Parish con la tumba de Eleanor Rigby, protagonista de la canción que lleva su nombre y hasta la calle Madryn donde nació Ringo Starr. The Beatles siguen tocando en las calles de Liverpool.

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Amália Rodrigues
Rainha do Fado


El Fado, canción popular portuguesa, nació en los barrios pobres de Lisboa para expresar las penas de sus gentes bajo un nombre que proviene del latín fatum, algo parecido a 'un encadenamiento fatal de sucesos'. De la misma manera nació Amália Rodrigues en el barrio de Beira Baixa de Lisboa (Portugal) en el seno de una familia humilde que le daría una educación estricta pero también los rasgos característicos de su personalidad: el gusto por la música y la poesía, su fuerte carácter y un amor inmenso a Portugal, su país, al que siempre le cantó inspirada en sus calles, ciudades, pueblos, paisajes y gentes. Debido a la poca popularidad del fado en su propio país durante sus primeros años de carrera, Amália viajó a Madrid en 1943 para ofrecer una actuación que comenzaría a convertirla en una de las artistas europeas más internacionales de la época. La cantante popularizó el fado en una voz que la proclamó como la reina absoluta del género, grabó sus primeros discos en Brasil y actuó en el Casino Copacabana, el más grande de Sudamérica, en el teatro Olimpia de París, en Nueva York, en Angola, en Mozambique y hasta en el Congo belga. También dio el salto al cine, actuando sobre todo en películas portuguesas pero también en alguna del flamante cine mexicano de la época, llegando a compartir escena con Edith Piaf en el film Música de siempre. Sin embargo, a la caída de la dictadura de Salazar en Portugal se acusó a Amália de colaboradora del régimen, aunque otras voces apuntan a que ayudaba al a escondidas al Partido Comunista Portugués, entonces clandestino. Pese a todo y tras la Revolución de los Claveles en 1974 su carrera sufrió un parón que años después Portugal y el mundo entero supieron restablecer homenajeando a la artista con diferentes actos y condecoraciones. Amália Rodrigues otorgó al fado portugués el orgullo internacional, fue la primera que cantó los versos del aclamado poeta portugués Luis de Camoes y se convirtió por méritos propios en un icono cultural de su país. La Casa-Museo de Amália Rodrigues en el nº 139 de la Rua de Sao Benito de Lisboa da buena muestra de la importancia nacional e internacional de una artista a la que Portugal aún hoy sigue dando las gracias en forma de fado.

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Carlos Gardel
El Zorzal Criollo

La leyenda de Carlos Gardel y su importancia en la cultura y la música mundial es tan grande que existen teorías sobre su nacimiento y nacionalidad en cada una de sus múltiples biografías. Según algunos Gardel nació en Uruguay entre 1883 y 1887, para otros el artista debió nacer en Francia en 1890 y cada una de las teorías sostiene diferentes acontecimientos durante su infancia y juventud que sin embargo lo llevaron a vivir en Buenos Aires a una temprana edad y a nacionalizarse argentino en 1923, algo en lo que todos coinciden. Carlos Gardel vivió siempre con su madre en numerosos conventillos o casas modestas del barrio de San Nicolás en Buenos Aires, una zona humilde pero en la que se reunían los teatros porteños donde un joven Gardel trabajó como tramoyista escuchando a los mejores cantantes de la época. Más tarde comenzó a cantar semiprofesionalmente en el Café de los Traverso del barrio del Abasto, donde años después compró una casa que hoy acoge el Museo Carlos Gardel. En 1911 el cantante forma un dúo con el uruguayo José Razzano en una casa de la calle Guardia Vieja que más tarde pasó a llamarse Pasaje Carlos Gardel. Tras grabar juntos varios discos fueron contratados en varios cabarets porteños donde Gardel sería descubierto por Pablo Podestá para actuar por primera vez en el Teatro Nacional de su barrio de San Nicolás. A partir de entonces el dúo comenzó a viajar y triunfar por distintos países de Sudamérica hasta que en 1917 Carlos Gardel cantó el que está considerado como el primer tango-canción, Mi noche triste, la consecución de un estilo de baile, el tango, que había ido transformándose desde una danza alegre al lamento y la nostalgia en movimiento. A finales de los años 20 Gardel viajó ya en solitario a Europa, donde París, Madrid y Barcelona lo aclamaron como a un ídolo y se convirtió en una estrella sin precedentes elevando el tango a la altura de lo que es hoy en día. Carlos Gardel cultivó su imagen de galán y su voz aterciopelada para obtener el reconocimiento internacional que lo elevó a mito de la música cuando en 1935, en la cúspide de su carrera, el artista fallecía en un accidente aéreo en Colombia. Desde entonces, las distintas casas en las que residió en el barrio de San Nicolás y su museo cerca del Mercado de Abastos en Buenos Aires ven el trasiego de numerosos seguidores del Zorzal Criollo, como era conocido, el símbolo de una época, una cultura y la creación del tango-canción.

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Nina Simone
La Gran Sacerdotisa del Soul


La joven Eunice Waymon viajó desde su pequeño pueblo natal en Carolina del Norte hasta el conservatorio de Filadelfia gracias a los ahorros que su madre, reverenda baptista, había conseguido para que se convirtiera en la primera concertista afroamericana de piano de Estados Unidos. Con el rechazo del conservatorio y el pensamiento de que el color de su piel había tenido la culpa, la joven vivió precariamente en Nueva York hasta que se trasladó a Atlantic City donde una noche, en un pequeño bar oscuro de suelo húmedo se convirtió en Nina Simone, la diva del soul. Junto a su piano, la artista fue modulando una personalísima voz con la que en los años sesenta y setenta sedujo a medio mundo con temas como I Got Life o versiones de Just Like A Woman o Here Comes The Sun. Gracias al dueño de aquel bar de Atlantic City, que la obligaba a cantar además de tocar el piano, la música encontró a una de sus grandes estrellas, una diva comprometida y luchadora que no dudó en arriesgar su propia carrera cuando grabó en 1963 Mississipi Goddam para denunciar la violencia racista. La imagen de Nina Simone (Nina por 'niña', como la llamaba un antiguo novio de origen latino y Simone por la actriz francesa Simone Signoret) sentada al piano y ataviada con un alto turbante en la cabeza desafiando con su mirada y con su talento al mundo la convirtió en un icono social y cultural que, sin embargo, vivió en el olvido durante los años ochenta. Fue a finales de esta década cuando su voz volvió a sonar en todo el  planeta gracias al anuncio del perfume Chanel Número 5, que incluía la canción My Baby Just Cares For Me. La fama regresó y Nina disfrutó de sus últimos años de carrera con giras en multitud de países hasta que en 2003 moría en un hotel de Carry-le-Rouet, en Francia. Su figura de diva clásica y su figura esbelta inspiraron una escultura de bronce que en su honor se levanta en la Plaza Nina Simone de su localidad natal, Tryon, en Carolina del Norte.

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ABBA
El icono sueco


En 1972 Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid unían las iniciales de sus nombres para formar en Estocolmo (Suecia) el grupo musical ABBA, un cuarteto que logró la fama internacional gracias al Festival de Eurovisión de 1974. Desde su triunfo en este festival, el grupo fue ganando popularidad internacional gracias a canciones pegadizas cuyo impacto comercial les llevó a convertirse en los artistas más exitosos de su compañía discográfica y a ser la banda con más ventas en los años 1970. ABBA creció en importancia al convertirse en el primer grupo pop europeo que consiguió triunfar en países de habla inglesa fuera de Europa (Canadá, Australia, Sudáfrica…), pero a principios de los años 80 sus circunstancias personales (varios divorcios) hicieron que la agrupación se disolviera. Sin embargo, en la década de 1990 empezaron a publicarse discos recopilatorios que les situaron de nuevo en las listas de venta internacionales y hasta se creó un musical con sus canciones, Mamma Mia!, consiguiendo aún más popularidad y convirtiéndose en un auténtico icono de Suecia, algo que provocó que otros muchos artistas europeos consiguieras cierto éxito siguiendo su estela. Por esta razón ingresaron en el Salón de la Fama del Rock y se les dedicó el Museo ABBA en Estocolmo, donde están recreados los hogares de los componentes del grupo, su primer estudio de grabación y hasta el helicóptero de una de las portadas de sus discos y donde además los fans pueden cantar en el escenario como si fueran sus ídolos.



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1 Comment
Alba
5/21/2014 07:06:11 pm

Grandes estrellas que marcan una época.

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