Luis LÓPEZ GALÁN
¿Cuántas veces has escuchado hablar a alguno de tus amigos sobre aquel viaje por Europa recorriendo ciudades? ¿Has sentido alguna vez el deseo de lanzarte al primer tren para cumplir tu propio sueño europeo? Si las respuestas son afirmativas no lo pienses más, prepara tu mochila y únete al reto: ¡cinco capitales europeas en diez días!
Las razones por las que uno decide marcharse por un tiempo o salir corriendo por unos días son múltiples y variadas, supongamos: el estrés laboral no te deja dormir, la rutina se ha hecho demasiado pesada en tu vida, el que dijo ser el amor de tu vida finalmente no lo era o necesitas evadirte del fragor de la batalla diario, a veces demasiado duro de llevar. Sea cual sea tu motivo, proponerte un reto viajero es siempre una buena iniciativa y, quizá, hasta una solución. ¿También lo crees? Entonces comienza éste, el reto que me llevó a conocer cinco capitales europeas, nuevas aventuras, decenas de desconocidos y miles de rincones con encanto en diez días. Recomendación: si quieres vivirlo plenamente y convertirlo en una experiencia única, hazlo solo.
POR QUÉ UNA RUTA EN EUROPA
Las razones por las que elegir Europa para tu reto viajero son innumerables y, por supuesto, la belleza y el encanto de las capitales del Viejo Continente son los primeros factores que vienen a nuestra mente al pensarlo. Sin embargo, también son razones de peso la seguridad, la conectividad entre casi todas las capitales, las facilidades para el viajero y lo acostumbrados que los habitantes están a ellos. Caminar con tu mochila al hombro por las calles de las hermosas capitales será un encuentro continuo con viajeros internacionales llegados desde los rincones más dispares del planeta. Y quizá sea esa la razón más atractiva de todas.
POR QUÉ UNA RUTA EN EUROPA
Las razones por las que elegir Europa para tu reto viajero son innumerables y, por supuesto, la belleza y el encanto de las capitales del Viejo Continente son los primeros factores que vienen a nuestra mente al pensarlo. Sin embargo, también son razones de peso la seguridad, la conectividad entre casi todas las capitales, las facilidades para el viajero y lo acostumbrados que los habitantes están a ellos. Caminar con tu mochila al hombro por las calles de las hermosas capitales será un encuentro continuo con viajeros internacionales llegados desde los rincones más dispares del planeta. Y quizá sea esa la razón más atractiva de todas.
DÍA 1, 2 y 3: BERLÍN
El reto comienza en Berlín, la capital de Alemania. Para llegar hasta ella yo, desde Madrid, tomé un vuelo low cost de Ryanair con todo lo que eso conlleva: salida muy temprana en la mañana y no tanta comodidad en los asientos. Pero recuerda, ¡somos mochileros! Podemos con ello.
Berlín cuenta con dos aeropuertos, pero en el que opera la compañía Ryanair es Berlín-Schönefeld, el más local de los dos y bastante pequeño y sencillo. E igual de sencillo es llegar desde aquí hasta el centro de la capital. La mejor manera de hacerlo es en tren, desde la estación que se encuentra nada más salir del aeropuerto, muy bien señalizada. Desde ella parten dos tipos de líneas: la S, que forma parte del metro, y la RB, más parecido a lo que entendemos por trenes. Esta última es la más recomendable, ya que es la más rápida y la que a más lugares de la ciudad llega, a pesar de que solamente hay un tren cada hora. La línea RB14 (3,30€) es, de hecho, la denominada como Airport Express, y te llevará en 20 minutos a Alexanderplatz. Pulsa aquí para más información sobre este tren.
Berlín es un muy buen lugar para comenzar tu ruta por su originalidad, su ambiente moderno y la multiculturalidad que todos y cada uno de sus rincones esconden.
Si llegas a Alexanderplatz, estarás al lado de la Isla de los Museos y la avenida Unter den Linden, que culmina en la famosa Puerta de Brandenburgo. Berlín es una ciudad que hay que descubrir con paciencia y con la mente abierta. Llegar a Berlín es, de hecho, como conocer a una persona: uno se sumerge en sus cicatrices para llegar a su verdadera esencia. Con nuestro post 48 horas en Berlín seguro que podrás hacerlo.
El reto comienza en Berlín, la capital de Alemania. Para llegar hasta ella yo, desde Madrid, tomé un vuelo low cost de Ryanair con todo lo que eso conlleva: salida muy temprana en la mañana y no tanta comodidad en los asientos. Pero recuerda, ¡somos mochileros! Podemos con ello.
Berlín cuenta con dos aeropuertos, pero en el que opera la compañía Ryanair es Berlín-Schönefeld, el más local de los dos y bastante pequeño y sencillo. E igual de sencillo es llegar desde aquí hasta el centro de la capital. La mejor manera de hacerlo es en tren, desde la estación que se encuentra nada más salir del aeropuerto, muy bien señalizada. Desde ella parten dos tipos de líneas: la S, que forma parte del metro, y la RB, más parecido a lo que entendemos por trenes. Esta última es la más recomendable, ya que es la más rápida y la que a más lugares de la ciudad llega, a pesar de que solamente hay un tren cada hora. La línea RB14 (3,30€) es, de hecho, la denominada como Airport Express, y te llevará en 20 minutos a Alexanderplatz. Pulsa aquí para más información sobre este tren.
Berlín es un muy buen lugar para comenzar tu ruta por su originalidad, su ambiente moderno y la multiculturalidad que todos y cada uno de sus rincones esconden.
Si llegas a Alexanderplatz, estarás al lado de la Isla de los Museos y la avenida Unter den Linden, que culmina en la famosa Puerta de Brandenburgo. Berlín es una ciudad que hay que descubrir con paciencia y con la mente abierta. Llegar a Berlín es, de hecho, como conocer a una persona: uno se sumerge en sus cicatrices para llegar a su verdadera esencia. Con nuestro post 48 horas en Berlín seguro que podrás hacerlo.
DÍA 4 y 5: PRAGA
A pesar de que yo elegí la opción del tren (quizá porque sigo siendo un viajero romántico), la del bus es también recomendable para moverte en Europa. Si te decantas por el tren deberás dirigirte a la estación de Berlin-Hauptbahnhoff, céntrica y bien comunicada con el transporte público de la ciudad. Allí opera la compañía Bahn, con trenes por menos de 30€ que llegan a Praga en 4h20m. Los tickets pueden adquirirse online aquí. Si prefieres el autobús, Czech Transport realiza la ruta en unas 5h con precios que oscilan entre los 15€ y los 35€.
Una vez en Praga, por norma general, si viajas en tren llegarás a la Estación Central de Tren o a la Estación de Autobuses Florenc, ambas bien comunicadas y muy cerca del centro histórico de la capital. Praga es, probablemente, una de las ciudades más bellas del mundo, repleta de viajeros y lugares inolvidables. Moverse por ella es sencillo, descúbrelo junto a todo lo que debes hacer durante dos días allí... ¡en nuestro post!
A pesar de que yo elegí la opción del tren (quizá porque sigo siendo un viajero romántico), la del bus es también recomendable para moverte en Europa. Si te decantas por el tren deberás dirigirte a la estación de Berlin-Hauptbahnhoff, céntrica y bien comunicada con el transporte público de la ciudad. Allí opera la compañía Bahn, con trenes por menos de 30€ que llegan a Praga en 4h20m. Los tickets pueden adquirirse online aquí. Si prefieres el autobús, Czech Transport realiza la ruta en unas 5h con precios que oscilan entre los 15€ y los 35€.
Una vez en Praga, por norma general, si viajas en tren llegarás a la Estación Central de Tren o a la Estación de Autobuses Florenc, ambas bien comunicadas y muy cerca del centro histórico de la capital. Praga es, probablemente, una de las ciudades más bellas del mundo, repleta de viajeros y lugares inolvidables. Moverse por ella es sencillo, descúbrelo junto a todo lo que debes hacer durante dos días allí... ¡en nuestro post!
DÍA 6 Y 7: VIENA
Desde la misma estación a la que llegamos en Praga, las compañías de tren ya nombradas realizan también rutas que llegan hasta la ciudad de la Ópera, Viena. Una vez más, el trayecto en autobús vuelve a ser otra opción, aunque, como en el caso de Berlín-Praga, quizá es más recomendable el tren al ser una ruta de entre tres horas y media y cuatro horas de duración.
Viena cuenta con varias estaciones principales: Wien Hauptbahnhof, Wien Westbahnhof and Vienna Central Station. La primera es la más moderna y se encuentra cerca del famoso Palacio Belvedere, por lo que es muy conveniente comenzar aquí la ruta y visitar esta zona de la ciudad, algo más apartada del resto de lugares que debes conocer en Viena. Los más curiosos, los que no te puedes perder, los encontrarás en nuestro post 10 curiosidades de Viena.
Desde la misma estación a la que llegamos en Praga, las compañías de tren ya nombradas realizan también rutas que llegan hasta la ciudad de la Ópera, Viena. Una vez más, el trayecto en autobús vuelve a ser otra opción, aunque, como en el caso de Berlín-Praga, quizá es más recomendable el tren al ser una ruta de entre tres horas y media y cuatro horas de duración.
Viena cuenta con varias estaciones principales: Wien Hauptbahnhof, Wien Westbahnhof and Vienna Central Station. La primera es la más moderna y se encuentra cerca del famoso Palacio Belvedere, por lo que es muy conveniente comenzar aquí la ruta y visitar esta zona de la ciudad, algo más apartada del resto de lugares que debes conocer en Viena. Los más curiosos, los que no te puedes perder, los encontrarás en nuestro post 10 curiosidades de Viena.
DÍA 8: BRATISLAVA
Eslovaquia es un país vecino a Austria y muy visitado por los que eligen la ciudad de Viena para un viaje. Su cercanía hace que su capital, Bratislava, a 60 kilómetros de distancia, se convierta en lugar de paso, por lo que son muchas las personas que deciden viajar desde Viena para pasar allí el día. Sin embargo, el encanto de la capital eslovaca al caer la noche merece quedarse en ella unas cuantas horas más. De este encanto hablamos ya anteriormente en nuestro post Un paseo por Bratislava, ¡síguelo en tu deambular por sus callejuelas!
Como habrás imaginado, la ruta es bastante sencilla entre estas dos ciudades y, como siempre, puedes elegir entre bus y tren. Probablemente sea el autobús la opción más sencilla, rápida y barata. Sin embargo, y si lo que buscas es una opción más romántica, también puedes recorrer el Danubio en barco para llegar de Viena a Bratislava. ¡Tú eliges!
Eslovaquia es un país vecino a Austria y muy visitado por los que eligen la ciudad de Viena para un viaje. Su cercanía hace que su capital, Bratislava, a 60 kilómetros de distancia, se convierta en lugar de paso, por lo que son muchas las personas que deciden viajar desde Viena para pasar allí el día. Sin embargo, el encanto de la capital eslovaca al caer la noche merece quedarse en ella unas cuantas horas más. De este encanto hablamos ya anteriormente en nuestro post Un paseo por Bratislava, ¡síguelo en tu deambular por sus callejuelas!
Como habrás imaginado, la ruta es bastante sencilla entre estas dos ciudades y, como siempre, puedes elegir entre bus y tren. Probablemente sea el autobús la opción más sencilla, rápida y barata. Sin embargo, y si lo que buscas es una opción más romántica, también puedes recorrer el Danubio en barco para llegar de Viena a Bratislava. ¡Tú eliges!
DÍA 9 Y 10: BUDAPEST
Y al final... llegó el final. En este punto, llegando a la última ciudad de la ruta, sentirás una mezcla de sentimientos encontrados, tristeza y alegría pero, sobre todo, un genuino orgullo por haberlo conseguido. Lo has logrado, has llegado al final del reto. Por eso probablemente sea Budapest la ciudad que más vas a exprimir, aprovéchala, disfruta de tu particular llegada a Santiago, siéntete libre, lo conseguiste.
Para llegar hasta aquí, la mejor opción desde Bratislava es con toda seguridad el autobús, café incluido durante la ruta, precio de 10 euros aproximadamente y tres horas de trayecto.
Budapest es una ciudad fascinante, sencilla de conocer y también amigable para el viajero, que puede encontrar muchos otros mochileros en calles y bares. Una ciudad de vida cultural y de múltiples lugares por conocer, especialmente los que te contamos en nuestro post 10 cosas que hacer en Budapest al menos una vez en la vida.
Ahora sí, reto conseguido... ¡a pensar en el próximo!
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Para llegar hasta aquí, la mejor opción desde Bratislava es con toda seguridad el autobús, café incluido durante la ruta, precio de 10 euros aproximadamente y tres horas de trayecto.
Budapest es una ciudad fascinante, sencilla de conocer y también amigable para el viajero, que puede encontrar muchos otros mochileros en calles y bares. Una ciudad de vida cultural y de múltiples lugares por conocer, especialmente los que te contamos en nuestro post 10 cosas que hacer en Budapest al menos una vez en la vida.
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